Un multimillonario se sorprende al descubrir que una camarera es su hija perdida de 15 años. Se revela una verdad impactante sobre su esposa.

Lily parecía insegura. “No lo sé. Crecí en un hogar de acogida. Me dijeron que me habían abandonado de niña.”

Su mano tembló, volcando su copa de vino, que se hizo añicos en el suelo. Un silencio denso invadió la habitación.

El rostro de Margaret palideció.

Quince años antes, Edward se había enterado de la trágica muerte de su hija recién nacida. Recordaba vívidamente el dolor insoportable, la manta rosa y las lágrimas derramadas tras años de consuelo emocional. Margaret había permanecido a su lado, susurrándole que esta tragedia era inevitable.

Y, sin embargo, allí, frente a él, estaba esta joven, su hija.

Con voz apenas firme, Edward preguntó: “¿Cuántos años tienes?”.

“Casi dieciséis”, respondió Lily en voz baja.

El tenedor de Margaret cayó sobre su plato.

Edward se levantó bruscamente. “Tenemos que hablar. Ahora mismo.”

Lily parecía asustada. “Estoy trabajando…”.

“Esto no puede esperar.” Edward se volvió con firmeza hacia el gerente. “Yo la cubriré”.

Margaret lo agarró del brazo. “Edward, estás armando un escándalo. Siéntate, por favor”.

La apartó, mirando a Lily. “Por favor. Solo cinco minutos”.

Tras un asentimiento reticente del gerente, Lily se fue con Edward.

Descifrando el pasado
Edward la miró atentamente. “¿Tienes alguna pista sobre tu pasado? ¿Alguna marca en particular?”

Continúa en la página siguiente

Leave a Comment