Una serpiente salvaje me rogó que me diera agua. Cuando Control Animal se dio cuenta, me dijeron: “¡Tuviste suerte!”.

Precaución y seguridad ante todo
Mark mantuvo la calma, pero con seriedad. Sugirió que retrocedieran un poco y le dieran espacio a la serpiente. “Jake, retrocedamos un poco”, dijo Mark con voz firme y serena.

Jake dudó, aún inseguro de las intenciones de la serpiente. “No está atacando”, señaló Jake.

Mark se mantuvo firme. “No importa. Las serpientes pueden ser impredecibles. Mejor darle espacio y mantenerse a salvo”.

A pesar de su curiosidad, Jake siguió el consejo de Mark y se alejó. Ambos permanecieron a una distancia prudencial, observando a la serpiente y esperando a ver cómo se desarrollaba la situación. En ese momento…

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