“Vas a tener sexo con nosotras”, dijeron las tres mujeres gigantes que ya vivían en la granja que él compró. –

Intentó cabalgar hacia el pueblo, pero el camino serpenteaba. Lo que deberían haber sido dieciséis kilómetros se convirtió en un bucle sin fin. Al anochecer, regresó a la granja, con las tres mujeres esperando como si supieran que fracasaría.

“Irse nunca fue una opción”, dijo el hombre de piel oscura.

El punto de ruptura

En la séptima noche, llegó la tormenta. Los truenos resonaron en el cielo y la lluvia azotó los campos. Boon atrincheró las puertas, pero el viento aullaba por las grietas como si la casa misma respirara.

En plena noche, oyó pasos encima, aunque la casa no tenía segundo piso. Subió las escaleras, con la linterna temblando en la mano, y encontró una puerta donde antes no había ninguna.

Esta daba a una habitación estrecha, llena de raíces que serpenteaban por las paredes como venas. En el centro, una silla estaba frente a una ventana que daba a…

 

 

⏬ Continua en la siguiente pagina ⏬

Leave a Comment