💔 Millonario regresa sin previo aviso y encuentra a sus padres bajo la lluvia: lo que hizo después dejó a todos sin palabras

El Regreso
El jet privado aterrizó en la pista de Santiago como un susurro, un elegante fantasma que cortaba la niebla matutina. Sebastián Ferrer salió, con una expresión indescifrable tras las gafas de sol tintadas. A sus cuarenta y cinco años, era un hombre que había construido imperios con números y cristal. Alguna vez un chico del sur de Chile, ahora un magnate internacional con oficinas en Hong Kong, Nueva York y Londres.

Su vida era inmaculada: acero, mármol y silencio. Su éxito se había convertido en su armadura, y la soledad, el precio que pagaba voluntariamente por él. No había visto a sus padres, Manuel y Carmen, en casi seis años. Las llamadas eran escasas, cortas, y siempre terminaban con su madre diciendo: «Estamos bien, hijo», incluso cuando sabía que no era cierto. Para aliviar su culpa, había hecho lo que mejor sabía hacer: echarle dinero al problema.

 

 

⏬ Continua en la siguiente pagina ⏬

Leave a Comment