Aquí te explicamos por qué tienes calambres nocturnos en las piernas y cómo prevenirlos.

¿Un músculo duro como una piedra, una sensación de ardor que te saca de la cama y no puedes volver a dormir? Estos episodios nocturnos, conocidos como calambres en las piernas, son tan repentinos como incómodos. Pero ¿por qué aparecen cuando dormimos? Y sobre todo, ¿existen formas concretas de evitarlos? Lo que estás a punto de leer podría mejorar la calidad de tus noches.
¿Por qué tenemos calambres en las piernas durante la noche?
Imagina tus músculos como una orquesta. Cuando todo está en sintonía (hidratación, minerales, circulación), la sinfonía fluye. Pero tan pronto como un elemento falla, aparecen las notas equivocadas. Aquí es donde aparecen los calambres.

Deshidratación: el olvido silencioso

Esta es una de las causas más comunes. Cuando no bebes suficiente agua durante el día, tus músculos se secan como una barra de pan abandonada en un armario. Resultado: se contraen sin previo aviso. Y no se trata sólo de agua: también hay que pensar en los electrolitos (potasio, magnesio, sodio), que actúan como pequeños conductores para los músculos.

Deficiencias minerales: cuando tu placa trabaja en tu contra
Una dieta carente de frutas, verduras, lácteos o legumbres puede provocar deficiencias. Y cuando al cuerpo le falta magnesio o calcio, los músculos pagan el precio. En Francia, muchas personas desconocen que una simple falta de verduras verdes o de almendras puede contribuir a estos dolores nocturnos.

Tráfico lento
Estar sentado todo el día con las piernas cruzadas en un escritorio o encorvado frente al televisor, dificulta la buena circulación sanguínea. Y sin sangre fresca, los músculos se tensan. Es un poco como un jardín sin riego: termina secándose.

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