La grasa es un nutriente esencial que proporciona energía, estimula el crecimiento celular y ayuda al cuerpo a absorber vitaminas. Sin embargo, cuando comes demasiada, especialmente grasas no saludables como las grasas trans y saturadas, tu cuerpo envía señales de alerta. Reconocer estas señales a tiempo puede ayudarte a cambiar tu dieta antes de que se desarrollen problemas de salud a largo plazo.
1. Aumento de peso constante
Una de las señales más claras del consumo excesivo de grasa es el aumento de peso constante. Dado que la grasa contiene más del doble de calorías que las proteínas o los carbohidratos, consumirla en exceso genera un exceso de energía. Incluso si no comes porciones grandes, comer fritos, comida rápida o refrigerios grasosos con frecuencia puede hacerte subir de peso fácilmente.
2. Problemas digestivos frecuentes
Solo con fines ilustrativos
Las comidas grasosas son más difíciles de digerir y pueden sobrecargar el sistema digestivo. Si sueles sufrir hinchazón, diarrea, calambres estomacales o reflujo ácido después de comer, es posible que tu dieta sea demasiado rica en alimentos grasos. El tracto digestivo tiene dificultades para procesar el exceso de grasa, lo que provoca malestar.
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