Compramos chocolates normales en la tienda. Decidimos no mencionar la marca ni el fabricante, porque no es de eso de lo que estamos hablando ahora. Al abrir uno de los chocolates en casa, vimos algo muy extraño dentro.
Al principio pensé que era algún tipo de relleno inusual, pero decidí examinar su composición en el paquete. No había nada parecido en la lista de ingredientes. Volvimos a ver el hallazgo y nos sorprendió mucho.
Por suerte, los niños y yo aún no hemos tenido la oportunidad de probar los dulces. Pero mi esposo se comió uno y pronto tuvimos que ir al hospital.
Todavía no podemos superar la idea de que semejante amenaza se escondiera en un dulce aparentemente común. Comparto esta historia no para asustar, sino para advertir: siempre presten atención a lo que comen y tengan cuidado.
Lo que encontramos fue mercurio.
⏬ Continua en la siguiente pagina ⏬
