Los accidentes cerebrovasculares son extremadamente peligrosos, por lo que hay que estar alerta y consultar a un médico en cuanto se note una de estas señales de alarma.
Cada año, los accidentes cerebrovasculares se cobran muchas víctimas. Se trata de un bloqueo o una rotura de un vaso sanguíneo del cerebro debido a un coágulo de sangre. En ese momento, las células ya no estarán irrigadas ni oxigenadas y comenzarán a decaer. Esto tendrá graves consecuencias para el organismo y será necesario recibir atención rápidamente. Si los accidentes cerebrovasculares parecen aparecer de repente, algunas señales pueden aparecer aproximadamente un mes antes.
Los diferentes tipos de accidentes cerebrovasculares
Tenga en cuenta que no existe un solo tipo de accidente cerebrovascular, sino que existen dos o incluso tres tipos:
Accidente cerebrovascular isquémico
También llamado infarto cerebral, representa el 85% de los casos de accidente cerebrovascular. Por tanto, es el tipo de accidente cerebrovascular más frecuente. Si la arteria que suministra sangre al cerebro se obstruye con una placa rica en colesterol (ateroesclerosis), se trata de una trombosis cerebral. Si es un coágulo de sangre el que la obstruye, se trata de una embolia cerebral.
Accidente cerebrovascular hemorrágico
Menos frecuente, el accidente cerebrovascular hemorrágico afecta al 15% de los casos de accidente cerebrovascular. La causa principal es la rotura de un aneurisma. Según el Ministerio de Sanidad, “los tumores, las crisis hipertensivas y diversos trastornos hemorrágicos también pueden provocar hemorragias cerebrales”.
Accidente isquémico transitorio (AIT)
Este tercer tipo de accidente cerebral no es un accidente cerebrovascular propiamente dicho. De hecho, se habla de accidente isquémico transitorio si el elemento que obstruye la arteria se resuelve por sí solo, sin dejar secuelas. En cuanto a los síntomas, si son idénticos a los de un accidente cerebrovascular, su duración no supera unos segundos o incluso unos minutos, y luego desaparecen por completo. Es por estas razones que el accidente isquémico transitorio (AIT) es difícil de detectar e incluso puede asimilarse a un malestar. Pero es importante permanecer alerta y contactar al 15 si esto sucede, ya que sigue conllevando un riesgo de accidente cerebrovascular.
Para ayudar a controlar rápidamente un ACV, descubra las señales de advertencia que pueden detectar un ACV un mes antes de que ocurra.
Signo de ACV: debilidad o entumecimiento del cuerpo
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