Consejo: La hierbabuena se debe retirar antes de servir para evitar que su sabor se vuelva demasiado intenso.
Paso 7: Servir y disfrutar
Tu caldo de albóndigas está listo. Ahora solo queda servirlo bien caliente y disfrutar de su increíble sabor.
Retira la ramita de hierbabuena del caldo.
Sirve en platos hondos, asegurándote de incluir varias albóndigas y una buena cantidad de verduras en cada porción.
Acompaña con tortillas de maíz recién hechas y unas gotas de limón para realzar los sabores.
Consejo: Si te gusta un toque picante, puedes añadir chile serrano picado o una salsa de chile de árbol al momento de servir.
Consejos y Trucos para un Caldo de Albóndigas Perfecto
Evita que las albóndigas se deshagan: Asegúrate de mezclar bien la carne con el huevo y el arroz para que tengan una estructura firme. También es clave no moverlas demasiado en el caldo mientras se cocinan.
Cómo darle más sabor al caldo: Usa caldo de pollo casero en lugar de agua. También puedes añadir una pizca de comino o una hoja de laurel para darle un toque más especiado.
Qué hacer si el caldo queda muy espeso o muy líquido: Si el caldo está demasiado espeso, agrega más líquido y deja hervir unos minutos. Si está demasiado líquido, deja reducir a fuego bajo sin tapa.
El mejor momento para añadir las verduras: Agrégalas en el orden correcto para que todas queden en su punto justo de cocción.
Cómo Almacenar y Recalentar el Caldo de Albóndigas
Si te sobra caldo, puedes guardarlo para disfrutarlo después sin que pierda su sabor y textura.
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