A veces sí. Por un gesto tierno, una atención, una presencia reconfortante. Pero también puede venir de un amigo cercano, un hijo adulto, una hermana o incluso un vecino cariñoso.
Y a veces no. Porque el hombre presente puede traer estrés, tensión o una forma de cansancio emocional. En este caso, la ausencia se convierte en una forma de serenidad redescubierta.
Esta elección es tuya
Cada mujer tiene su propia energía, su propio ritmo, sus propias necesidades personales. Algunos prosperan gracias al intercambio constante, otros encuentran fortaleza en la tranquilidad. No existe ningún modelo a seguir Hay algo que se adapta a ti hoy.
Una mujer completa no espera una “mitad”
Cuanto más pasan los años, más aprendemos a decir no. No a las relaciones desequilibradas, no a los silencios pesados, no a lo que no nutre. Y si un hombre entra en esta vida plenamente elegido, no es una necesidad: se convierte en un enriquecimiento.
¿Cuánto tiempo necesitas un hombre?
continúa en la página siguiente