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Rayas verticales
Las estrías longitudinales o rayas verticales son comunes y suelen ir desde la cutícula hasta la punta. Suelen estar asociadas al envejecimiento, ya que las crestas de las uñas pueden volverse más prominentes con la edad.
En algunos casos, pueden ser un reflejo de deficiencias nutricionales, como la falta de ciertos minerales o vitaminas (vitamina B12, magnesio o hierro).
Las crestas verticales son comunes con el envejecimiento y suelen ser inofensivas. Sin embargo, si aparecen de repente o se vuelven más pronunciadas, puede que valga la pena comprobar si hay afecciones como anemia o problemas de tiroides.
Rayas horizontales
Las rayas o surcos horizontales, también llamadas líneas de Beau, pueden indicar problemas de salud más específicos.
Estas hendiduras horizontales pueden aparecer después de un traumatismo físico en la uña o debido a enfermedades o afecciones médicas graves, como desnutrición, diabetes no controlada, ataques cardíacos o enfermedades respiratorias.
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La aparición de estas crestas suele estar asociada a interrupciones temporales en el crecimiento de las uñas causadas por períodos de estrés intenso o enfermedad, ya que el cuerpo puede ralentizar o detener temporalmente el crecimiento de las uñas.
Según el NCBI, si el crecimiento de las estrías es “abrupto, [eso] indica un ataque repentino de enfermedad”. Y, cuando están presentes en las 20 uñas, “generalmente es el resultado de una enfermedad sistémica como paperas, neumonía, trombosis coronaria, enfermedad de Kawasaki, sífilis e hipoparatiroidismo”.
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