Preparación:
1. Si usas levadura fresca, disuélvela en el agua tibia junto con el azúcar y déjala reposar por unos 5-10 minutos, hasta que veas burbujas en la superficie. Si usas levadura seca, puedes mezclarla directamente con la harina.
2. En un bol grande, coloca la harina y haz un hueco en el centro. Agrega la sal en el borde de la harina (no directamente en contacto con la levadura). Añade la levadura activada y el aceite de oliva, si estás usando.
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