La cirugía para extirpar la próstata, conocida como prostatectomía, es un procedimiento que se realiza principalmente en casos de cáncer de próstata o crecimiento benigno (hiperplasia prostática benigna). Aunque puede salvar vidas, también conlleva cambios físicos y emocionales importantes.
A continuación, te explicamos qué ocurre en el cuerpo después de esta intervención:
1. Cambios en el sistema urinario
La próstata rodea parte de la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo. Al extirpar la próstata, puede haber debilidad en los músculos que controlan la orina, provocando incontinencia urinaria temporal o persistente. Muchos hombres recuperan el control urinario con el tiempo mediante ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel.
2. Impacto en la función sexual
Uno de los efectos secundarios más conocidos es la disfunción eréctil. Esto ocurre porque los nervios que controlan la erección pasan muy cerca de la próstata. Dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada y de cada caso particular, la recuperación de la función sexual puede variar y requerir terapias específicas.
3. Alteraciones hormonales
Aunque la próstata no produce hormonas sexuales, su eliminación puede afectar la autoimagen y la vida sexual, generando ansiedad o depresión en algunos hombres. En casos donde también se extirpan los testículos (rara vez en cáncer muy avanzado), sí puede haber disminución de testosterona.
4. Cambios en el aparato reproductor
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