Empieza reuniendo todos los ingredientes y preparando las verduras. Este paso es esencial, ya que garantiza que tus muffins de tortilla se preparen rápidamente.
Pica finamente la cebolla, la zanahoria y cualquier otra verdura que quieras añadir. Cuanto más pequeños sean los trozos, mejor se distribuirán por la mezcla de huevo.
A continuación, precalienta el horno a 175 °C (350 °F) para asegurarte de que alcance la temperatura correcta mientras preparas los muffins.
Engrasa el molde para muffins para evitar que se peguen y facilitar la limpieza después de hornear. Este pequeño paso también ayudará a que los muffins crezcan correctamente y mantengan su forma.
Bata bien los huevos en un tazón grande. Esto creará la base perfecta para sus muffins de tortilla.
Asegurándose de que queden esponjosos y ligeros. Batir los huevos hasta que estén bien combinados es clave para lograr la mejor textura.
Una vez batidos los huevos, incorpore las verduras y los condimentos. Puede mezclar las verduras al gusto de su hijo.
Pero asegúrate de que estén bien picados para que se cocinen uniformemente. Añadir maíz dulce les da un dulzor delicioso a los muffins, que suele ser un éxito entre los niños.
El queso rallado aporta sabor y una textura cremosa a los muffins, así que incorpóralo a la mezcla al final. Se derretirá durante el horneado y mantendrá todo unido.
La mozzarella funciona de maravilla, pero siéntete libre de experimentar con otros quesos como el cheddar o una alternativa sin lácteos si tu hijo tiene restricciones dietéticas.
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