Tarta de queso japonesa ligera y esponjosa
La tarta de queso japonesa, también conocida como “tarta de queso soufflé”, es un postre delicado conocido por su textura aireada y esponjosa y su dulzura sutil.
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A diferencia de las tradicionales tartas de queso densas, esta versión es ligera como una nube, gracias al uso de merengue y a un proceso de horneado cuidadosamente elaborado.
Con una combinación de queso crema, huevos y un toque de limón, es un equilibrio perfecto entre rico y ligero, lo que lo convierte en un favorito entre los amantes de una tarta de queso más suave y menos dulce.
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Este estilo de tarta de queso ha ganado popularidad en todo el mundo por su textura que se derrite en la boca y su apariencia elegante.
Se suele disfrutar como un capricho ligero o como un final refrescante para una comida. Aunque parezca complejo, el proceso de elaboración del pastel de queso japonés es relativamente sencillo.
Requiere algunos ingredientes clave y paciencia. Con la técnica adecuada, podrás crear este delicioso postre en tu propia cocina.
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Ingredientes
8 oz (225 g) de queso crema, ablandado
1/2 taza (120 ml) de leche
1/4 taza (60 g) de mantequilla sin sal
4 huevos grandes, separados
1/2 taza (100 g) de azúcar granulada
1 cucharada de jugo de limón
1/2 taza (60 g) de harina para todo uso
1/4 taza (30 g) de maicena
1/4 cucharadita de crémor
tártaro Azúcar en polvo, para espolvorear (opcional)
Instrucciones
Preparación de la masa de tarta de queso:
Precalienta el horno a 160 °C (325 °F). Engrasa y forra el fondo de un molde redondo para tarta de 23 cm y luego cubre los lados con papel vegetal.
En una cacerola mediana, mezcla el queso crema, la leche y la mantequilla.
Cocine a fuego lento, revolviendo constantemente hasta que la mezcla esté suave y el queso crema se haya derretido por completo.
Retirar del fuego y dejar enfriar un poco.
Mezcla las yemas de huevo.
En un recipiente aparte, bate las yemas de huevo con el azúcar granulada hasta que la mezcla adquiera una consistencia pálida y cremosa.
Agrega el jugo de limón y mezcla bien. Incorpora gradualmente la harina y la maicena, tamizando hasta obtener una mezcla homogénea.
Combina la mezcla de yemas de huevo con la mezcla de queso crema fría, revolviendo suavemente hasta que esté bien integrada.
Batir las claras de huevo.
En un recipiente aparte, batir las claras de huevo con el crémor tártaro hasta que formen picos firmes.
Añadir gradualmente el azúcar y seguir batiendo hasta que el merengue esté brillante y firme.
Incorporar el merengue con movimientos envolventes.
Instrucciones:
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