Consume calcio: El calcio se une a los oxalatos, facilitando su paso por los riñones y reduciendo el riesgo de cálculos renales.
Comer verduras cocidas: La fibra de las frutas y verduras cocidas puede unirse a los oxalatos en el intestino, impidiendo su circulación.
Paso 2: Use fibra para eliminar las toxinas urémicas
Las toxinas urémicas, productos de desecho formados por la descomposición de las proteínas, pueden acumularse en la sangre cuando los riñones no pueden filtrarlas eficazmente. La fibra, especialmente la fibra soluble, puede unirse a estas toxinas en el intestino, evitando que ingresen al torrente sanguíneo.
Fibra de acacia: contiene entre un 85 y un 95% de fibra soluble y no solo puede prevenir la diálisis, sino que también protege contra la absorción de sustancias nocivas.
Paso 3: Aumente sus niveles de vitamina D
Un número significativo de personas con problemas renales requieren suplementos de vitamina D. Esta vitamina juega un papel clave en la regulación de la presión arterial, la salud ósea y la reducción de los niveles de creatinina.
Para aumentar su ingesta de vitamina D:
Incluya pescados grasos como salmón, sardinas y atún.
Añade yema de huevo a tu dieta.
Comer hongos expuestos a la luz solar.
Además, la exposición diaria a la luz solar también ayuda a mantener niveles óptimos de vitamina D.
Paso 4: Abordar la fuente del daño renal
Aproximadamente la mitad de las personas con problemas renales también tienen diabetes, siendo la diabetes una de las principales causas de enfermedad renal. Revertir la diabetes tipo 2 es posible a través de medios naturales, incluido cambiar la dieta.
He aquí una solución sencilla:
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